Los generadores son una excelente alternativa para tener respaldo energético frente a los cortes de suministro. Sin embargo, en ocasiones su utilización no es viable, sea por cuestiones de espacio o por la imposibilidad de instalar dispositivos con combustible líquido o gas. Cuando esto sucede, el uso de acumuladores de energía es la mejor solución.
Además de brindar la posibilidad de contar con energía de reserva, el uso de estos equipos permite hacer un uso más eficiente del recurso eléctrico y, en consecuencia, ahorrar dinero.
¿Nunca escuchaste hablar sobre los acumuladores eléctricos? ¡No te preocupes! En esta nota, te contamos más sobre ellos.
Un acumulador de energía es un dispositivo que sigue el mismo principio de funcionamiento que las pilas o las baterías comunes.
Como su propio nombre indica, estos equipos tienen la capacidad de acumular y almacenar energía eléctrica para utilizarla a posteriori o bien para transformarla en otro tipo de energía.
El objetivo principal de los acumuladores energéticos es lograr que otro equipo funcione gracias a la energía almacenada en su interior. Esto hace que sus aplicaciones y funciones sean diversas.
Por ejemplo, en los hogares, se emplean para almacenar electricidad y distribuirla por los diferentes circuitos de la propiedad, a fin de que los ocupantes puedan utilizar los artefactos que requieren de energía eléctrica para operar.
Las empresas, por su parte, suelen tener acumuladores de mayor tamaño, ya que estos equipos tienen como propósito almacenar y distribuir energía suficiente para mantener la operatoria.
A pesar de que existen diferentes modelos, en líneas generales los acumuladores son mucho más pequeños que los grupos electrógenos, lo que los convierte en una excelente opción para viviendas u oficinas en las cuales la falta de espacio no permite colocar un generador.
Si bien la finalidad que se le da al acumulador energético depende del tipo de equipo, en líneas generales se utilizan para garantizar la continuidad del suministro de energía eléctrica, complementar los sistemas de calefacción y gestionar mejor el consumo energético para reducir el gasto y economizar dinero.
Como mencionamos, los acumuladores energéticos pueden ser utilizados tanto en compañías y comercios como en hogares. En todos estos espacios, su utilización proporciona importantes beneficios.
Los apagones no avisan con antelación. Contar con una fuente de energía de reserva es clave para estar preparado para situaciones en las cuales, sea por inclemencias del tiempo, fallas en el suministro o problemas en el tendido eléctrico, se genera un corte de luz.
En este sentido, contar con un acumulador eléctrico para usarlo como energía de reserva es beneficioso tanto para los hogares, como para los comercios e industrias.
Los acumuladores de energía no producen emisiones contaminantes. Esto los convierte en una opción sostenible que ayuda a reducir la huella de carbono.
Además, desperdician mucha menos energía que otras fuentes energéticas.
Ahorros a largo plazo
Si bien su instalación supone una inversión inicial que para algunos usuarios puede ser considerable, lo cierto es que el gasto se amortiza con creces.
¿Por qué? Debido a que, a largo plazo, estos dispositivos contribuyen a ahorrar en el consumo eléctrico, reduciendo el costo de las facturas de electricidad.
Para colocar un acumulador de energía no se requieren obras complejas ni permisos especiales. Basta con contactar con un proveedor especializado para hacer una adecuada instalación.
Además, los acumuladores constituyen la mejor solución para aquellas viviendas o comercios que necesitan contar con energía de respaldo, pero, por cuestiones de espacio o normativa (por ejemplo, actividades comerciales cuya actividad prohíbe tener dispositivos que funcionen a gas o combustible líquido) no pueden instalar grupos electrógenos.
Asimismo, su mantenimiento es muy sencillo. Aunque, así como sucede con cualquier otro tipo de equipo, requieren revisiones periódicas, si las evaluaciones se efectúan en tiempo y forma, el service no es complejo.
La energía renovable existe desde hace mucho tiempo; no obstante, en ocasiones suele desperdiciarse.
Si no se cuenta con una solución de almacenamiento, la energía renovable solo puede usarse cuando las condiciones son favorables. Un ejemplo clásico es la energía solar, que solo puede ser utilizada cuando sale el sol.
Cuando se instala un acumulador, se puede aprovechar la energía renovable, almacenarla y utilizarla en momentos en los que no se está produciendo. Esto le permite usar las fuentes de energía renovables de forma mucho más eficiente.
Si aún tenés dudas sobre el funcionamiento de los acumuladores de energía o querés adquirir uno para tu comercio u hogar, en Ayron Energy podemos ayudarte. Entrá en contacto con nosotros.