El calor extremo no afecta solamente a las personas y a los animales. Los días en los cuales el termómetro alcanza marcas superiores a los 40°C también impactan negativamente sobre el rendimiento de diversos equipos, entre ellos, los grupos electrógenos.
En este artículo te contamos por qué las altas temperaturas pueden afectar el desempeño de los generadores y cómo hacer para que tu equipo mantenga su correcto funcionamiento durante el verano.
Así como sucede con la humedad y la altitud, las altas temperaturas impactan sobre el adecuado rendimiento de los generadores.
En condiciones de calor extremo, es decir, superior a los 40°C, los motores ven reducida su potencia. ¿Por qué? Debido a que la variación de la densidad de aire y la insuficiente concentración de oxígeno obstaculizan el proceso de combustión.
Cuando esto sucede, los equipos pierden aproximadamente un 10% de potencia por cada 10°C que exceda los 40°C de temperatura ambiente.
La caída de potencia se conoce como derating, un fenómeno que se produce como consecuencia de diferentes factores externos. El calor extremo es uno de ellos.
Además, cuando la temperatura es demasiado alta, el motor se sobrecalienta y el radiador comienza a tener inconvenientes para liberarse del calor intenso que desprende.
Los alternadores -responsables de transformar la energía mecánica en eléctrica para poner en marcha a los generadores- también presentan problemas en condiciones de calor excesivo, viendo comprometido su funcionamiento.
La situación se torna aún más compleja si el calor extremo se combina con otros factores. En los climas tropicales, por ejemplo, además de altas temperaturas se registran elevados niveles de humedad. Esto afecta a los bobinados de cobre de los alternadores, que suelen oxidarse rápidamente.
Por su parte, en los entornos desérticos, caracterizados por tener una gran amplitud térmica, los generadores deben resistir las consecuencias del calor extremo y también de las bajas temperaturas, que generan problemas de arranque, descarga prematura de las baterías y estrés térmico del motor.
Una de las ventajas de tener un grupo electrógeno está relacionada con la posibilidad de contar con energía inmediata y estable cuando el suministro eléctrico se ve interrumpido, situación que se torna frecuente durante la temporada de calor.
Sin embargo, para que los generadores funcionen correctamente en días de calor extremo, es necesario tener en cuenta algunas cuestiones.
Para evitar las consecuencias negativas de las altas temperaturas, es imprescindible que sean instalados en zonas protegidas, es decir, alejadas de la luz solar directa y, de ser posible, donde circule aire.
Evitá encajonarlos o colocarlos en espacios cerrados para que no se sobrecalienten.
Aunque no necesites utilizarlo, encendé el grupo electrógeno al menos 1 vez cada 3 meses y dejalo prendido por unos 30 minutos para asegurarte de que funciona correctamente.
Si la batería está descargada o hay un problema con alguno de los componentes, podrás identificarlo a tiempo y evitarás sorpresas de último momento.
¿Tenés un grupo electrógeno que funciona a combustible? Entonces, es necesario que te abastezcas para asegurarte de tener la cantidad necesaria para garantizar su funcionamiento, especialmente si se interrumpe el suministro eléctrico y el corte se extiende durante horas, o incluso días o semanas..
Por último, ponete en contacto con profesionales para realizar un service completo del generador al menos una vez al año.
El mantenimiento preventivo permite realizar un diagnóstico completo del equipo con el objetivo de verificar si su funcionamiento es el adecuado. Gracias a él, podrás ahorrar dinero en arreglos o reposiciones ya que detecta inconvenientes antes de que se conviertan en fallas o daños irreparables.
Teniendo en cuenta estos consejos, protegerás a tu grupo electrógeno del calor extremo. ¿Tenés dudas o querés más información? Contactanos.